Montar una oficina o espacio de trabajo en casa no tiene que ser un dolor de cabeza. Si se piensa adaptar una habitación completa o solo parte de ella como lugar de trabajo, es importante tomar ciertas consideraciones para aprovechar el espacio disponible y garantizar que todos los elementos creen una atmósfera de equilibrio.
Para decoradora de interiores Erika Guevara, lo primero será tomar las medidas del espacio y decidir dónde irá el escritorio y la silla, implementos básicos y esenciales en un rincón de labores. La experta recomienda guiarse por ciertas medidas estándar que facilitarán la elección del mobiliario: el escritorio deberá medir 1,40 m de ancho por 60 cm de profundidad como mínimo, y la superficie deberá estar a un mínimo de 72 cm de altura. Cuando estas medidas estén claras habrá que tomar en cuenta que el teclado debe estar a 10 cm del borde del escritorio, y el área debajo de la mesa debe guardar unos 60 cm libres de distancia desde la rodilla.
Respecto a las sillas, estas deberán de tener un área de 40 cm de ancho por 44 cm de profundidad; el asiento, por su parte, deberá estar entre 40 y los 54 cm sobre el suelo. Además, para evitar problemas de espalda, el respaldar de la silla deberá tener una curvatura cóncava ergonómica para el correcto soporte lumbar. Por último, los apoya-brazos se deberán tener al menos 5 cm de ancho y 22 de largo cada uno, y estar ubicados a unos 3 cm por debajo del codo.
Guevara explica que una vez entendidas las medidas, es importante darle personalidad a este espacio. Para ello, es importante pensar en la imagen que se desea proyectar. Para ciertas profesiones será importante reflejar orden y profesionalismo, mientras que para otros lo esencial será reflejar creatividad y estilo artístico. “En cualquier caso, hay elementos que brindan calidez y personalidad al rincón, por ejemplo una plancha de corcho sobre el escritorio o una pared pintada con pintura pizarra. También es importante contar con una lámpara que brinde iluminación focalizada para las noches, y alguna repisa donde colocar libros, documentos y archivos”, refiere Guevara.
Finalmente, la experta recomienda utilizar colores neutros, como el blanco, beige, marrón claro o gris oscuro, aunque dependiendo del trabajo y la personalidad del usuario, estos colores podrán ser bien combinados con tonos más encendidos como el turquesa, el amarillo o el naranja. Un toque de naturaleza como algún cactus o florero colorido aportará alegría y colo.
DATOS:
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